jueves, 9 de enero de 2014

La falacia esencialista o el "No True Scotsman"

En TVTropes tienen esta falacia con ese nombre tan llamativo y pintoresco, como la mayoría de artículos de esta postmoderna wiki. Esta falacia consiste en plantear unos estándares, de comportamiento, forma, capacidades, etc., como si fueran características compartidas por toda una categorización (de personas y objetos), de manera que se pueda rechazar aquello que desagrada o rebate un argumento aduciendo a su no pertenencia a esa categorización. 

En TV Tropes nos dan el origen de la expresión que utilizan, en un caso clásico de esencialismo nacionalista. Pero podemos verlo aplicado a más cosas, como ideologías (la URSS no era comunismo de verdad, el PSOE no es socialista de verdad), artes (este libro no es fantasía de verdad), ciencia (x ciencia social no es ciencia), ciencias sociales (x fenómeno o proceso no es feudalismo de verdad), objetos (no es Apple de verdad) o incluso comida (si esto no tiene x o y no es el alimento z de verdad).

Si conocéis mi yo intelectual, sabéis que el esencialismo me desagrada profundamente. No únicamente por su importancia para las construcciones nacionalistas, también por parecerme una forma muy miope de ver el mundo. El esencialismo define ontológicamente el mundo. Pongamos el ejemplo de la URSS y lo que dicen algunos comunistas para justificar que su ideología puesta en práctica acabara siendo uno de los estados totalitarios más infames del mundo moderno.

Definen el comunismo como un modelo platónico en el que deben encuadrarse los diferentes hechos comunistas que hay en el mundo para poder ser comunistas. Se crea la esencia del comunismo verdadero, siempre idealizado, y se contrasta con el ejemplo mundano. Así se puede decir que, como la URSS no hizo X o Y, no eran comunistas de verdad y el comunista de turno puede dormir con la conciencia tranquila o librarse de cualquier necesidad de cuestionar su propio pensamiento en relación a la ideología con la que se identifica.

A esto se podría responder con que así funciona el proceso científico, creando modelos que luego deben aplicarse a la realidad para darle sentido. Pero son procesos diferentes. El modelo científico no es esencialista, es inductivo. A partir del análisis de multitud de "pruebas", se crea un modelo aplicable a todas las variables. El esencialismo tiende a rechazar las variables. O, mejor dicho, a utilizar el modelo ideal para rechazar las variables que no le satisfacen o sirven.

El esencialismo sirve, muy a menudo, como instrumento de control social. No tenemos que irnos al siglo XIX para mirar a los nacionalistas alemanes e italianos que impulsaban ideológicamente sus unificaciones, todavía hoy tenemos numerosos países que utilizan este esencialismo étnico-nacionalista para sus leyes de ciudadanía. No únicamente Israel, el caso más conocido por ser un caso de religión étnica (solamente son judíos los hijos de madre judía), también Alemania mantiene que pueden optar a la ciudadanía alemana los que se adscriban a grupos étnicos alemanes sin necesidad de ser descendientes de ciudadanos alemanes. Y otros países, sobre todo europeos.

El racismo es también profundamente esencialista. Los negros son así, los moros de esta otra manera, los chinos asá y un largo y xenófobo etcétera. Adscribe cualidades a un grupo étnico según el muy falso modelo platónico del grupo étnico y, con ello, justifica su rechazo por las obvias cualidades negativas que tiene ese grupo. El racismo hacia los gitanos es el caso más increíblemente aceptado todavía hoy en día. Podemos encontrar comentarios casual y felizmente racistas sobre ellos en cualquier lugar sin que tengan ninguna consecuencia sobre el emisor.

Por no hablar del lenguaje y el esencialismo que esconde. Existe una pureza lingüística cooptada por las instituciones públicas que controlan y regulan la lengua. Parece que las lenguas sean más que meras invenciones convencionales, parece que tengan una fuerza espiritual que mueva a la gente a montar auténticos flames en internet por errores tontos, por definiciones no compartidas y que denotan un gran egocentrismo. No hace mucho recuerdo que alguien se quejaba del galicismo de usar "bizarro" como "extraño o surrealista". ¿Y? Las palabras no tienen un significado metafísico, son construcciones abstractas para representar conceptos mentales que no tenemos otra forma de comunicar, como tales están sujetas al cambio, que viene tanto de errores como de las cambiantes connotaciones entre una persona y otra. No pueden tener ninguna cualidad esencial que haga importante la fijación de la semántica o la ortografía.

En fin, volviendo a la falacia esencialista, es absurdo rechazar las cosas por no cumplir todos los requisitos que uno adscribe a cualquier fenómeno. Si nos limitáramos por el pensamiento esencialista, la cultura humana sería tremendamente aburrida. Para muchos nacionalistas, catalanes o españoles, soy tan mal catalán como mal español; para muchos que crean que saben de historia no seré muy buen historiador por desagradarme el concepto de feudalismo; seré mal socialista cuando rebata la existencia de un socialismo verdadero al que debamos volver y cuestione cualquier verdad fundamental que comparta x grupo de turno. Es otra batalla perdida esperar que la gente no quiera sentirse reafirmada mediante el pensamiento esencialista.

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