miércoles, 4 de diciembre de 2013

De PISAs y letras

Bad pun, I know.

El martes se publicó el informe PISA 2012. Para variar, todos se centran en la idiotez de los números del ránking, cuando las variaciones de nuestros resultados son inconsecuentes por la variabilidad (100 sobre 500). Por mirar esos ránkings, resultaría que nuestra educación es mejor que la sueca. 

La realidad es que el propio informe indica que España está dentro de la media, puesto que una variación de diez puntos está dentro de la desviación no significativa. Así, estamos al nivel de Noruega, uno de nuestros soñados países escandinavos. Lejos de Finlandia, claro, pero es interesante señalar que Finlandia ha sufrido un retroceso. Hay que dejarse de idealizar lo que hacen en X lugares y pensar seriamente lo que nos parece un problema, lo que queremos y cómo lo solucionamos.

Y lo que debemos querer es igualdad. No porque sea buena a nivel democrático, que también, sino porque el informe viene a demostrar que el bajo rendimiento de España proviene de la desigualdad. Existe la correlación entre CCAA con mejores rendimientos en aquellas con PIB per capita más altos. La diferencia entre los resultados de aquellos con mejores condiciones socioeconómicas y los de peores es ya de 34 puntos. Tiene sentido potenciar la igualdad para mejorar el rendimiento. Los más desfavorecidos son los que sacarán peores resultados, por lo que la escuela que dedique recursos a igualar sus condiciones con los demás obtendrá mejores resultados. Si elimináramos a los repetidores de la ecuación, España tendría un resultados de 519 puntos. Los repetidores son, casi siempre, los pobres. Y, ojo, que repetir curso no sirve de nada en la inmensa mayoría de casos. Como tampoco lo sirve elegir itinerarios pronto, que siempre acaba siendo un paralelismo de las diferencias de clase social.

Pero los indicadores muestran un empeoramiento de la equidad. La resiliencia es el porcentaje de alumnos en condiciones socioeconómicas desfavorables que, pese a ello, tienen un buen rendimiento. De 2009 a 2012 ha pasado del 8 al 6%. La diferencia entre los resultados de aquellos de mejor nivel socioeconómico y los de peor ha aumentado en 6 puntos. Nuestro sistema es todavía más equitativo que la media OCDE, pero en descenso.Los países que mitigan las desigualdades tienen mejores rendimientos.

Ante esto, desde el Gobierno central y desde el Govern de la Generalitat la respuesta ha sido la misma: culpar a los inmigrantes. La vicepresidenta ha dicho que todo esto señala la reforma que se necesita: la LOMCE. No importa que la LOMCE recorte en igualdad, segregue, haga más fuerte la repetición con sus reválidas y limite la relevancia de las letras (comprensión lectora sí o sí). Incluso en la OCDE recomiendan acabar con eso de repetir y trabajar en materia de igualdad. 

Pero tampoco es cosa del PP (o CiU) en exclusiva. La tendencia a la reducción de la equidad del sistema educativo existe desde 2003. Es lo que tiene que la desigualdad lleve mucho tiempo en aumento, aunque la crisis lo haya acelerado y ahora estemos viendo lo más descarnado de la desigualdad, como no se había visto en muchos, muchos años en este país. Mirando los números de Navarra, lo que hace evidente es que no se trata de un problema simplemente de sistema, si no tendrían resultados igualmente bajos.

Se podrán cambiar muchas cosas, pero si el problema de fondo no es la forma de educar y son los factores que rodean a la educación, una reforma de la calidad docente, de métodos didácticos o de la propia sociedad servirá de poco. Algo loable de Finlandia, más allá de lo que hace concretamente, es que,cuando piensa en su educación, lo hace pensando globalmente en la sociedad. Reconocer que la educación es un problema de todos, no esencialmente de inmigrantes, de docentes o de políticas públicas es un primer paso necesario para plantear soluciones, no parches disfuncionales. No digamos ya el usar la educación como otra arma política más del arsenal de la polarizada política española.

Para concluir añadiré algo a la reacción de estos gobernantes que no merecemos (y no por buenos, precisamente). Esa actitud que tienen respecto a la inmigración es el problema. Quieren culpar a alguien, no solucionar nada. No quieren una educación para todos, solamente quieren mitigar lo que estorban los marginados. La inmigración no es el problema, el problema es la desigualdad entre la persona que ha migrado y los autóctonos. Pero también entre los autóctonos hay grandes desigualdades, las mismas desigualdades que tampoco quieren ser solucionadas con una educación equitativa, que pasa por ser inclusiva y bien dotada de recursos. Cualquier solución que no pase por mayor igualdad fracasará, cualquier solución que solamente ponga el foco en una cuestión en detrimento de las demás disfuncionalidades seguirá fracasando. Está muy bien responsabilizar a los docentes, porque tienen su responsabilidad (más bien la política educativa sobre su formación, pero whatever), pero si se ignora lo demás va a servir de poco y menos que sean excelentes docentes sin medios para desarrollar su actividad didáctica o lidiando con aulas llenas de niños y niñas pobres que no tienen acceso a políticas equitativas.

¿Aprender de Finlandia? Sí, a pensar la educación y a actuar responsablemente. Hace falta menos PISA y más igualdad en las aulas.

PD: solamente viendo la porta de El Mundo sobre lo de PISA imagino cómo van a leer el informe a su muy sesgada manera. "Pese a aumentar su gasto en 35% la educación se estanca". Ahí no hay ninguna intención oculta, no.

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