viernes, 20 de diciembre de 2013

Pensar la posdemocracia según el framework de la Revolución Militar

La Revolución Militar es una teoría de Michael Roberts para describir los cambios en la doctrina militar en el siglo XVI y su efecto sobre el desarrollo de los estados modernos. Se ha debatido bastante sobre cuándo se suceden estos cambios en la forma de hacer la guerra y su efecto. Es una teoría un tanto polémica, con defensores y detractores por igual.

Esencialmente, nos dice que el desarrollo de la técnica militar postmedieval, la artillería y las armas de fuego, alimentaron el desarrollo de los estados modernos para poder sufragar el enorme coste de equipar y mantener los nuevos ejércitos europeos. La necesidad económica llevó al desarrollo de la burocracia y los sistemas impositivos característicos del período hasta la Revolución Francesa.

Personalmente, creo que su análisis de la guerra medieval está muy anticuado (es de los 50). No hay un cambio tan significativo como tradicionalmente se adscribe al siglo XIV. Y existen muchos elementos de continuidad en el desarrollo de los estados desde el período medieval a la época moderna. Por otro lado, ciertamente el ejército permanente francés de Luís XI es el primer ejemplo de un ejército permanente profesional ya en el siglo XV y su impacto sobre el sistema fiscal francés está ampliamente aceptado, la homogeneización de la talla y la extensión de los comisarios o gobernadores por los diferentes territorios.

Pero al margen de su concreción como teoría, también supone una interesante perspectiva desde la que analizar una sociedad. Si miráramos la evolución social y militar en el mundo clásico, veríamos que el auge de las ciudades estado ciudadanas se produce paralelamente al de los ejércitos hoplíticos de ciudadanos soldado. En el caso de Atenas, el paradigma de la democracia griega (porque la mayoría de poleis no eran democracias como la ateniense, salvo aquellas bajo su influencia), la mayor democratización se produce conjuntamente con la extensión del servicio militar a las clases no propietarias. La profesionalización de los ejércitos en el período helenístico marca la decadencia de las poleis. He de decir que en Grecia es un poco menos claro el efecto de la profesionalización por la interacción con Macedonia y otros estados helenísticos mucho más grandes que las ciudades estado, que competirán con ellos mediante ligas de ciudades.

En el caso romano es mucho más claro. La primera parte de la república es una ciudad estado como cualquier otra en Italia. Ejércitos ciudadanos y fortaleza del régimen cívico. Cicerón decía que Roma tenía tres formas de gobierno en su seno: monarquía en las magistraturas, oligarquía en el Senado y democracia en asambleas y comicios. Con ello equilibraba los defectos de cada forma de gobierno, lo cual es, evidentemente, propaganda de uno de los oligarcas. En cualquier caso, la decadencia del ejército cívico y la creación del legionario profesional mediante los proletarii supone la crisis de la república, donde diferentes oligarcas, desde magistraturas con imperium, que controlan los ejércitos, se disputarán el poder hasta la instauración del régimen autoritario de Augusto, basado en buena medida en el control de las fuerzas militares romanas.

Yendo a la Europa postmedieval, la consolidación de lo que se ha llamado absolutismo (creo que es un término poco preciso, pero bueno) viene, como dice la teoría de la Revolución Militar, de la consolidación de ejércitos profesionales y el monopolio sobre pólvora y artillería. A finales del período moderno los ejércitos profesionales han aumentado en sus contingentes mucho. Con la Revolución Francesa, regresan los ejércitos cívicos. Si bien, en este caso, se han convertido en ejércitos nacionales por el desarrollo de la nación estado con muchos más ciudadanos que ninguna ciudad estado clásica. Primero Estados Unidos y sus milicias, luego el ejército francés de la República y Napoleón, hasta que a lo largo del siglo todos los estados creen sus propios ejércitos nacionales. Uno de los últimos será Gran Bretaña, a finales del XIX.

Es interesante, porque existe una clara correlación. Se consolidan primero las democracias burguesas con voto censitario y luego, consolidados los ejércitos nacionales, se extenderá también el sufragio universal. Aquellos lugares con levas tempranas, como los milicianos de EEUU, la Francia revolucionaria o incluso la España alzada contra Napoleón de la Constitución de Cádiz tenderán a tener sufragio universal masculino antes.

No pretendo establecer relaciones causales. Sería absurdo. La tempranía del sufragio universal masculino en EEUU viene de su estructura social, donde el ciudadano propietario era muy común en las primeras décadas de la nueva república independiente y el voto estaba tan extendido que bien podía ser derecho de todos los hombres (y así se hizo eventualmente... si bien con el tema de la segregación racial de fondo, que lo limitó igualmente). El ejército nacional revolucionario francés no viene de ningún interés burgués por ello, es una simple cuestión de supervivencia frente a todos sus enemigos externos. Y una forma adicional de crear sentimiento patriótico.

No obstante, supone una correlación muy interesante. El punto culminante de los ejércitos nacionales fue la Segunda Guerra Mundial. Tras ella, el ejército profesional vuelve a convertirse en el ejército estándar. Estados Unidos desarrolla, por ejemplo, una carrera militar como elemento redistributivo, de igualdad de oportunidades. El servicio militar se ha limitado en muchos estados europeos. Los países nórdicos todavía lo tienen, Suiza se basa en un ejército miliciano completamente. Es interesante ver que son algunos de los estados más democráticos que hay.

Pero la guerra del siglo XXI no es una guerra de numerosos efectivos como lo fueron las guerras mundiales o las guerras napoleónicas. Es una guerra de alto desarrollo técnico. La doctrina militar se basa en las guerras relámpago y enfrentamientos cortos e intensos, donde el equipamiento y el armamento sofisticado son decisivos. La guerra asimétrica, por otro lado, es lo único que estamos viendo y no obedece a este tipo de conflicto.

Concluyendo: si hacemos caso de las correlaciones observadas en la historia, la nueva forma de hacer la guerra podría hacernos pensar que, en lugar de ir a una nueva era de democracia participativa y plena, estamos en la senda de la posdemocracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario