lunes, 21 de octubre de 2013

Interludio: Avatar y la leyenda de Wan

Como yo también me aburro del feudalismo, hablaré de alguna otra cosa. Y, casualmente, anteayer vi algo sobre lo que tengo muchas ganas de hablar: el doble episodio de Legend of Korra del viernes.

Mi amor por todo lo relacionado con Avatar (Avatar de verdad, no el injustamente registrado de Cameron) es bien conocido. Que la secuela me encanta tampoco es ninguna novedad, cada semana doy un poco la lata sobre ella. Curiosamente, es un doble episodio que realmente no spoilea nada sobre Korra, excepto un detalle sobre su memoria que tampoco revela qué está pasando, y sirve como excelente punto de partida para, con algo autoconclusivo, introducir las series a alguien que no ha visto nada. Claro que podría dejar el pabellón tan alto que las series decepcionaran :P

Beginnings, como se llama el doble capítulo, trata del primer Avatar. Es algo sobre lo que los showrunners habían querido hacer una serie antes de plantear la secuela. 10.000 años antes de Aang y Korra, humanos y espíritus compartían, si bien con muchas hostilidades, el mundo. Wan es un pícaro pobre de unas de las ciudades humanas...el puñado de ellas, protegidas por poderosas criaturas-espíritus que les dan poderes elementales cuando se aventuran más allá de las ciudades. Será exiliado tras robar el poder del fuego a una de las tortugas-león para alzarse contra la opresión de los dinastas de la ciudad y deberá aprender el camino de los espíritus, el primer humano que lo haga.


Lo primero que destaca es la gran influencia de Miyazaki que, si bien siempre fue evidente en Avatar, aquí es más poderosa que nunca. Incluso aparecen algunos espíritus directamente tomados de sus películas, en un claro homenaje (no es por ser poco creativos, el mismo capítulo demuestra que no lo es). Todo él en sí, desde el diseño de las criaturas hasta la ambientación o la trama.

La animación es algo de otro mundo. Avatar siempre ha sido una serie hermosamente animada. Korra, en concreto, es la serie de animación más bella que hay en antena... más la primera temporada que la segunda (cosas de cambiar de estudios de animación), pero incluso esta segunda está lejos de sus rivales. Y este episodio consigue hacer algo que no creo que se haya visto en televisión. Ninguna imagen que ponga le hará justicia, me parece.

En cuanto a lo narrativo, qué decir. Es apropiadamente mítico. Elementos tan clásicos como héroes picarescos que roban el fuego a los dioses, que abren la vía a una nueva forma de vida, épica y humanidad al mismo tiempo (para mostrar que en Hollywood saben hacerlo, pero no la gente que tienen haciendo acción real :P). Toda una lección de ficción fantástica que toma muchísimo de mitos de orígenes sin ser una burda copia.

Y lo logra construyendo sobre lo poco que sabemos del pasado de Avatar sin contradecirlo. De hecho, lo hacen desarrollando muchos elementos temáticos. También diré que no estoy seguro de si el conflicto entre caos y armonía me convencerá o no, pero, como se han ganado mi confianza con buen hacer de años, habrá que esperar a ver qué hacen con ello (ciertamente es algo bastante propio de la serie).

El final de la historia de Wan es muy agridulce. No llega a la oscuridad del final de la primera temporada, pero para ser una serie infantil es muy agridulce, con un tema muy poderoso y significativo en Avatar: no hay soluciones mágicas, la paz se gana luchando por ella cada día, nada es para siempre... pero siempre hay esperanza.

Avatar sigue siendo una serie única :)

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